Universidades, gobiernos locales e iglesias: principales aliados para la reconstrucción del tejido social.

La principal institución para convocar a una diversidad de actores locales es la universidad, eso lo hemos constatado en la implementación de proyectos, diplomados, talleres o presentaciones de libro. Al analizar las opciones para impulsar plataformas desde las cuales se acompañen proyectos de reconstrucción del tejido social, hemos visto como plataforma ideal a la universidad. Por eso, se están impulsado tres plataformas universitarias a lo largo del país: Ibero León, Universidad Latina Celaya y UDEM. Actualmente se imparten cuatro diplomados en las universidades: UDEM, LaSalle Nezahualcóyolt, Universidad Tecnológica del Valle de Chalco y el Instituto del Valle de ApatzinganAdemás el libro “Reconstrucción del Tejido Social: Una Apuesta por la Paz” se ha presentado en 46 ocasiones, de las cuales 24 fueron en universidades. Todavía en octubre de este año el libro se presentó en la Universidad Autónoma del Estado de México sede Valle de Chalco, la Universidad Autónoma de Chiapas y en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. Además, de todos los actores sociales, con quien más relación tiene el CIAS es con los académicos, según los mapas realizados 

 

A partir de la primera medición de impacto de los proyectos del CIAS, realizada en noviembre de 2018, se muestra que los proyectos donde se tiene un mayor impacto son aquellos donde los gobiernos locales incentivan la participación comunitaria para atender de manera conjunta los problemas sociales. Esto se nota en los proyectos de Tancítaro en el periodo 2015-2018, en los proyectos de Cherán en el periodo 2015-2018 y en el proyecto de San Miguel Octopan, Celaya, en el año 2018. En los municipios donde los gobiernos locales no se comprometen a trabajar con la ciudadanía de manera organizada y responsable, en estructuras territoriales y sectoriales de particpación, siguiendo prácticas asistencialistas y clientelares, el impacto es mucho menor.  

 

La principal institución para impulsar procesos de sanación y reconciliación en los barrios han sido las iglesias. Los primeros proyectos de reconstrucción del tejido social empezaron a realizarse desde los gobiernos de Tancítaro y Cherán, en el año 2016, pero la experiencia mostró los límites del Estado para hacer procesos de sanación y reconciliación en lo local. Se necesitan símbolos, ritos, lenguajes, espacios y narrativas que los encontramos dentro de las iglesias. Estos procesos necesitan de gratuidad, lentitud, sentido comunitario y sentido de pertenencia que no tiene el ámbito político. 

 

Finalmente, al momento de concluir un proceso, el actor que puede garantizar la continuidad de los mismos es la ciudadanía organizada. La reconstrucción del tejido social necesita de una “caballería ligera” capaz de responder a las necesidades locales y adaptarse a las nuevas circunstancias, y ahí está la ciudadanía. Las lógicas institucionales permiten instalar un proceso pero la viabilidad depende de la capacidad de irse renovando constantemente y adaptarse a las nuevas realidades, y ahí entra la ciudadanía.  

 

Esto nos muestra que cada actor tiene un aporte importante en la reconstrucción del tejido social.