La Pedagogía de Reconstrucción del Tejido Social

La Pedagogía RTS  es un proceso de aprendizaje encaminado a motivar una visión, fortalecer unas actitudes y promover unas prácticas que hagan sostenible el buen convivir. Se trata de una propuesta que surge de la experiencia de cinco años de trabajar procesos locales de reconstrucción del tejido social.  

 

Al inicio del trabajo sabíamos la importancia de articular actores, definir un proyecto común y capacitarlos en metodologías de mejoramiento de la convivencia. Hoy nos damos cuenta que la clave está en atender los traumas comunitarios o las experiencias de desconexión, de tal manera que se atiendan las necesidades vitales de las personas y a partir de ahí iniciar un proceso de transformación y reconcilación.  

 

Proponemos seis etapas para hacer los procesos de reconstrucción del tejido social:   

 

1. Etapa sensibilizar. El objetivo es identificar y visibilizar el conflicto y las experiencias de desconexión comunitarias para definir una planeación estratégica y una planeación operativa. Se trata del proceso inicial donde el equipo reconoce el territorio, define las unidades que serán acompañadas y elabora los respectivos diagnósticos. Aquí se definirán los encuentros que serán fundamentales para iniciar los procesos de sanación y resignificación.  

 

2. Etapa Encuentro. El objetivo es iniciar procesos de resignificación de las experiencias de desconexión, a partir del reconocimiento de sus efectos en el cuerpo personal y social y la realización de encuentros que atiendan las necesidades vitales. La etapa está centrada en la realización de encuentros capaces de iniciar la sanación-resignificación y crear una narrativa vinculante que detone los procesos de reconstrucción del tejido social. Sin esta sanación es difícil comprender, transformar, revincular y renovar acuerdos. En esta etapa es clave el uso de ritos y símbolos adecuados. 

 

3. Etapa Comprender. El objetivo es asumir la propia responsabilidad y reconocer los recursos que están a nuestro alcance para atender los traumas comunitarios de tal manera que se pongan cimientos para la reconstrucción del tejido social. En este momento se trata de ubicar la propia responsabilidad en favorecer la desconexión comunitaria y los propios recursos para atenderlo, todo esto para comprender los dinamismos en las relaciones, en las instituciones y en las narrativas que fracturan o reconstruyen el tejido social. La intención es que los grupos se apropien de herramientas de análisis que les permita elaborar sus propias conclusiones. Ahí la clave será la construcción de materiales educativos que faciliten esta comprensión, haciendo uso de diversas técnicas de educación popular.   

 

4. Etapa Transformar. El objetivo es desarrollar procesos de formación y organización para redefinir la visión, promover prácticas y motivar actitudes que hagan posible el buen convivir. Avanzar hacia el buen convivir implica transformar visiones, relaciones sociales y prácticas institucionales en la familia, los barrios, las escuelas, las unidades económicas, gobiernos locales e iglesias que han llevado a la desvinculación social y existencial, y promover aquellos elementos que favorezcan el mejoramiento de la convivencia. Por eso, en esta etapa se trata de ubicar las visiones, las relaciones y las prácticas que vinculan y reconcilian, para fortalecerlas. 

 

5. Etapa Revincular. El objetivo es generar encuentros interinstitucionales que permitan resignificar las experiencias de desconexión para actualizar la misión comunitaria donde cada actor e institución sea corresponsable. El camino recorrido pondrá las condiciones para la reconciliación de las personas, los grupos o las instituciones. La reconciliación necesita cuidarse por medio de ritos y símbolos que permitan renovar la confianza, limpiar la memoria tóxica y ubicar la misión de cada institución. Podemos decir que esta etapa es de sanación interinstitucional, que se realiza por medio de encuentros donde participan más de una institución. 

 

6. Etapa Renovar. El objetivo es recuperar los significados del proceso que permitan renovar el compromiso por la reconstrucción del tejido social, ahora con los actores locales, atendiendo nuevas problemáticas y otras experiencias de desconexión. Finalmente, en esta etapa se pretende renovar los acuerdos del buen convivir con los actores locales para reiniciar el proyecto de manera cíclica. También se trata de atender aquellos aspectos que no se han podido fortalecer durante la marcha del proceso y preparar la transición del equipo externo por un equipo local.    

 

Este proceso es cíclico, una vez concluidas las seis etapas de la pedagogía se procede a volver a empezar atendiendo las nuevas experiencias de desconexión.