Por primera vez en la historia del país, Guanajuato aparece como la entidad con el mayor número de homicidios dolosos. Según datos oficiales, de enero a abril del presente año se han registrado en este estado 1,004 casos, le sigue el estado de Baja California con 938 casos, después Guerrero con 879 y el Estado de México con 802 (SNSP).
Paradójicamente Guanajuato se encuentra dentro de las entidades con mayor crecimiento económico, debido a la inversión productiva y al turismo, sin embargo es la entidad con los indices más altos de homicidios dolosos. Guanajuato tiene el cuarto lugar a nivel nacional en la generación de empleos y tiene la tasa más baja de desempleo, el 2.8 por ciento (Informe del Gobierno Estatal, Marzo 2018). Esto muestra que no existe una relación directa entre violencia y falta de empleo.
En relación con el empleo, algunas teorías criminológicas presentan la hipótesis siguiente: a menores niveles de desocupación —especialmente en la población más joven—, corresponderán niveles bajos de delito (Fagan y Freeman 1999; Bergman 2013). Al comparar las tasas de robo y de desempleo juvenil en los 18 países de América Latina, se encuentra una correlación muy baja entre estas dos variables. También la correlación es muy débil entre el porcentaje de la población de jóvenes que ni estudian ni trabajan y la tasa de robos de 2010 (Pág. 37, PNUD, 2013).
Entre los años 1990 y 2000 la mayor parte de los homicidios dolosos en México se registraban en los municipios con mayor pobreza por ingresos, y en el periodo 2005-2007 esta relación empezó a transformarse, y en el 2010, el mayor número de homicidios había comenzado a ocurrir en los municipios de menor pobreza por ingresos (PNUD, 2013). En este sentido, la violencia que atraviesa el estado no sólo se va a resolver con empleo o armas, es necesario tener una mayor comprensión del fenómeno que estamos viviendo para dar respuestas más acertadas.
Escribir comentario